INDUMENTARIA: TECNICA DE LAS TRES CAPASToda persona que deba afrontar una temperatura ambiente considerada como clima frio, debe tener un conocimiento específico en cuanto al equipo que debe utilizar en una salida, y mucho más cuando se trata de indumentaria técnica, la cual nos va a permitir sobrevivir ante situaciones meteorológicas adversas.
Cuantas veces hemos oído hablar de la técnica de las tres capas o, mejor aun: “vestirse como una cebolla”. Pues si, probablemente, muchísimas veces. En los deportes relacionados con el esquí, la montaña y el kayakismo, es decir, con el frío, la altura y el agua, la optimización de las prendas que vamos a vestir toma importancia hasta el punto que puede resultar vital.
Para elegir las prendas adecuadas a la actividad montañera o kayakistica no es necesario realizar un “master”, basta con aplicar el sentido común. Sin embargo elegirlas para buscar en todo momento el máximo rendimiento y confort, requiere algo más que sentido común, requiere un mínimo de conocimientos técnicos.
Para permanecer secos y evitar la sensación de incomodidad, debemos escoger el sistema de ropa más adecuado para las condiciones climatológicas y la actividad física previstas, también debemos aprender a aprovechar al máximo las características de la ropa y a realizar los cambios necesarios cuando varíe el tipo de clima o actividad. Los sistemas de prendas modernos suelen componerse de tres capas básicas. : una capa interior, una capa de aislamiento y una capa exterior de protección contra las adversidades meteorológicas. Existen diversas formas de combinar estas capas con el fin de controlar el traspaso de calor y de evitar la sensación de incomodidad.
PRIMERA CAPA. Ropa interior.
Es la más interna y, por lo tanto, la que esta en contacto directo con nuestro cuerpo. Tiene por objeto el mantener la piel seca mediante la expulsión del sudor y evitar que nos enfriemos (las prendas húmedas en contacto con la piel dejan escapar el calor veinticinco veces más rápido que las secas). Esta capa es crucial para obtener el máximo rendimiento de las capas externas.
Es importante que se ajuste lo máximo posible al cuerpo, como si se tratara de una segunda piel. Con ello se consigue atrapar el aire caliente que genera nuestro cuerpo evitando, así, que se desplace al exterior. Ahora bien, hay que cuidar que no aprete en exceso y ralentice la circulación de la sangre.
Este tipo de prendas están confeccionadas con tejidos elásticos y carecen de costuras laterales. Las pocas costuras que tienen son planas para una mayor comodidad. Si se comete el error de utilizar este tipo de prendas conjuntamente con ropa interior convencional de algodón, anularemos las prestaciones de estos materiales, ya que el algodón absorberá toda la humedad y la mantendrá en contacto con la piel.
La característica a tener en cuenta para la elección de la primera capa es su grosor. Elegiremos una prenda de grosor medio para actividades continuadas con frío elevado o una de grosor elevado para situaciones más estáticas y de poca sudoración. Si la actividad a realizar requiere una elevada actividad física con una fuerte sudoración, lo ideal seria utilizar prendas lo mas ligeras y finas posibles.
SEGUNDA CAPA. Capa de aislamiento.
Estamos refiriéndonos a los clásicos fo.rros polares. Su misión es la de retener el calor generado por el propio cuerpo aislándolo del frío exterior. Sus principales características deben ser, por tanto, la resistencia a la humedad, un secado rápido y un alto poder calorífico. Con esto conseguiremos un aislamiento calido y seco alrededor del cuerpo, alejando la humedad de la transpiración de la piel.
La mayoría de los fo.rros polares que encontramos en el mercado tienen el inconveniente de que el viento consigue traspasarlos provocando así la pérdida de calor. Este problema se soluciona con las nuevas laminas cortavientos que lo aíslan de el.
Al igual que como con la primera capa, los grosores deben ser acordes con el frío que soportemos y con la intensidad de la actividad física a realizar. Tenemos que tener en cuenta que las prendas confeccionadas con membranas cortaviento se consideran de grueso medio. No es normal encontrar esta membrana en prendas de grosor elevado ya que en estos casos se combina el fo.rro polar junto con una prenda exterior de 3ª capa que realizará la función de cortaviento.
TERCERA CAPA. Capa de protección.
Su misión es la de protegernos contra el viento y el agua al mismo tiempo que permitir la transpirabilidad. Debe permitir una óptima movilidad, protegiéndonos de los agentes externos incluso al mantenernos en la posición o postura más comprometida. Por ejemplo, las mejores capuchas permitirán albergar cascos debajo de ellas, disponer de viseras plegables y seguir el movimiento de la cabeza para ofrecer una visión total incluso mirando atrás.
En la tercera capa hay que tener en cuenta los siguientes factores:
1. Numero de capas: Esta denominación suele usarse para identificar los distintos tipos de laminados.
2 capas. Reciben esta denominación las prendas con una membrana laminada directamente sobre un tejido exterior. Es flexible y resistente.
3 capas. Cuando la membrana se lamina entre un tejido exterior y otro interior. Las prendas de 3 capas son más rígidas, más resistentes al desgarre y a la abrasión, más impermeables, aunque por contra transpiran aproximadamente un 35% menos que las de 2 capas y también pesan más.
La impermeabilidad. Se mide por la columna de agua. Esta es la resistencia que ofrece un tejido a la presión de un líquido (grado de impermeabilidad). Diremos que a mayor columna de agua, mayor impermeabilidad. De esta manera, con prendas de alto grado de impermeabilidad, conseguiremos estar protegidos incluso en aquellas zonas donde ejerzamos una mayor presión (rodillas, codos, hombros...).
La transpirabilidad. El cuerpo humano en reposo produce unos 0,75 L (2.500 gr/m2 24 h) de agua al día en forma de vapor. Los fabricantes expresan la transpirabilidad del tejido en gramos por metro cuadrado en 24 horas (gr/m2 24 h) . Sabiendo que una prenda tiene unos 2,5 metros cuadrados de superficie media, podremos llegar a calcular la transpirabilidad total aproximada.
La capacidad de transpiración puede verse reducida por los siguientes factores:
* Suciedad. Obstruye la prenda.
* Elevada humedad ambiental. La diferencia entre presión de la humedad interior y exterior es menor y por tanto disminuye la velocidad de transferencia.
* Altas temperaturas. El vapor tiende a desplazarse hacia los lugares fríos. Al disminuir el frío exterior, el vapor reduce la velocidad de traspaso de la membrana. Si aumenta el frío exterior, vuelve a aumentar la transferencia de vapor al exterior.
* Actividad extrema: El tejido no podrá eliminar totalmente el vapor de agua producido por el cuerpo.
De todas formas el tejido más impermeable, transpirable y cortaviento no es suficiente para mantener el cuerpo seco y evitar la sensación de incomodidad. Para ello se necesita un diseño impermeable combinado con sistemas de cierre de alta tecnología resistentes a cualquier tipo de clima. Todas las costuras exteriores, no sólo las principales, deben estar selladas de forma correcta. Es decir termoselladas.
La intención de este artículo es la de comentar las características básicas de cada una de las capas y no la de comentar o citar la infinidad de tejidos y membranas que se hallan disponibles en el mercado, ya que hacen de la elección de las prendas un ejercicio sumamente complicado y complejo.
Queda a criterio de cada uno, en función de las particularidades anteriormente citadas, la elección de las prendas más idóneas para cada una de las capas según la actividad a realizar.
eduardo
Observaciones: las fotografias que ilustran la nota muestran ropa apta para montañismo, no valida para su utilizacion en kayak, para ello hay que recurrir a ropa especifica para kayak, con cuellos, puños y cintura de neoprene o material que impida el ingreso de agua al interior de la misma para "prendas secas", o en el caso de "ropa semi-seca", podra ingresar una cantidad de agua que sera considerada minima.
Fuente: Web patagonian mountain 2007