Es un buen recordatorio que incluiría tambíen para nuestro bagre amarillo de rio, del que por confiarnos a veces, nos hacen pasar un mal momento, sus aletas tienen una capacidad de penetración que cuando lo agarramos con cuidado no lo parece, pero cuando nos descuidamos y lo dejamos "flamear" en la linea para desengancharlo viene el toque mortal- me pasó en Ancho, me atravesó el pulpejo del dedo medio -un tema, con una mano sosteniendo el bagre, con la otra, tratando de cortar la aleta y dejarla bien al ras, y dar el tirón de la otra punta, sangró bastante y eso ayudó a liberar la toxina que tanto arde, seguí pescando, con un pañuelo anudado y a pesar de haberme enjuagado con agua del riopla, se curó normalmente.-pero son especies que nos obligan a estar muy atentos y no nos amarguen una buena jornada de pesca.-