En los años en que se priorizaba las pesca en Monte, había fizcalización permanente para que se cubriera la cuota permitida, y fundamentalmente la medida-idem motores fuera de borda que no excedieran de 5hp, por el impacto sonoro etc etc, y se pescaba embarcado y de costa- una delicia-pero como todas las cosas buenas duran poco- todo se fué reblandeciendo y le dieron luz verde a las motos de agua y todo lo que se pareciera- tal vez lo entendieron como mayor aporte turístico y de rupias para el pueblo, vaya uno a saber, el tema es que tampoco supe de ninguna campaña de repoblación de juveniles de pejes como habitualmente se hace en chascomúsw, pero ahí encarado muy seriamente y del tema puede abundar el compañero Alejo que conoce en profundidad los detalles-del sistema de repoblación anual de ese espejo Y con respecto al tema de los biguá, coincido que en condiciones normales forman parte de un eslabón mas del ecosistema
y factor de equilibrio de especies ictícas, pero en la cantidad excepcional en que llegaron fueron el equivalente a una manga de langostas en un sembradío de lechuga-terminaron con casi todo-del resto imagino habrán hecho su aporte los depredadores de dos patas, como hicieron rapidamente con las perdices, pero ojo muchachos que no los agarren sin el permiso de pesca- potro vil y decomiso, por vagos y mal entretenidos, ja ja es lo que lamentablemente terminamos comentando y cada vez mas frecuentemente, con reglamentaciones cada vez mas exigentes hechas para los ingenuos, por no decir giles, mientras otros hacen la fiesta depredando y embolsando!!-sigamos participando.