El sábado 10 salimos con Adrián a remar, la idea era ir hasta Fondeadero, una prueba de largo alcance para el nuevo kayak. Partimos del club Tribunales (San Isidro) rumbo al San Antonio.
En río abierto había una brisa apenas moderada, pero suficiente como para generarme una fuerza de veleta que me resultaba imposible mantener el rumbo. Hay varias explicaciones posibles, una podría ser que está muy liviano sin carga, yo peso 62kg y el kayak está diseñado para 175kg, lo que hace que tenga mucho francobordo y el viento haga de las suyas, otra es que tiene mucho rocker y necesitaría un skeg, también pienso que tendría que lastrarlo con cosas pesadas como ser un par de bidones rellenos con arena y agua.
Otra cosa que notaba Adrián era que parecía estar más hundida la proa que la popa:
Hicimos un alto para corregir la posición del respaldo, modificando el centro de flotación con mi peso podría ser que tuviera mas control:
Yo no noto la diferencia, mi peso no parece levantar mucho la proa:
pero lo controlaba mucho mejor que antes pero no me sentía cómodo todavía. Entonces Adrián abortó la misión Fondeadero y decidimos volver por el Pacú, que yo no conocía y en verdad es una belleza.
Al toque nomás de entrar mirá con quién nos cruzamos:
(en esta foto se ve bien claro el TREMENDO francobordo, por eso el viento me arrastra como un corcho)
Y se va nomás Gery con su Eco a motor rumbo a Anchorena a preparar los patis a la plancha:
Un capo el cámara, parezco como de 20 jaja
Adrián me hizo notar que el kayak apenas deja estela:
Una delicia navegar por el Pacú:
Parada para liberar hidratación y de paso mover el reposapiés que me quedó largo:
Posando autor y obras:
Adrián, el Trident se está poniendo celoso, sacale una por lo menos!
Bueno, otra más así no jode:
Muy tranqui el Pacú:
De la paz y tranquilidad al lavarropas del Vinculación y el Luján, lpm!
En el Riopla:
Bueno amigos, espero que les haya gustado la crónica de la segunda salida de prueba, vendrán otras con las modificaciones hasta que esté bien afinado.
Quiero agradecer muy especialmente a Adrián por su invitación al club, buena onda y su comprensión al novato que frustró sus planes a Fondeadero. Ah y también por documentar todo con su cámara. Gracias!
Abrazo,
SnowDog