Cruzó el Atlántico en kayak con 67 años
Un polaco recorrió por primera vez la ruta más larga entre Europa y América del Norte.
Habrá que ponerse las pilas porque entre él y el skater del que hablábamos la semana pasada, uno empieza a pensar que está desperdiciando su tiempo. Aleksander “Olek” Doba, un polaco de 67 años, acaba de recorrer los 8.000 km que separan a Portugal de Florida (USA).
Con esta aventura que le llevó casi 6 meses marcó un nuevo récord. A pesar de ser la segunda vez que cruza el Atlántico (la primera fue en 2010-2011), en esta ocasión, la ruta que tomó unió los puntos más lejanos entre las costas de Europa y Estados Unidos, algo que no se había logrado antes en kayak.
El pasado 17 de abril Olek pisó tierra firme cuando llegó a Cabo Cañaveral con su kayak blanco y amarillo de 6 metros, llamado “Olo” (otro apodo polaco para Aleksander).
Olek Doba llegó a Florida como Tom Hanks en el Náufrago, flaco y con una barba canosa enorme. Llegó cansado pero muy contento y tuvo un gran recibimiento. Un grupo de unos 27 kayakistas (y también algunos en SUP) lo acompañaron en el último trecho de su viaje y lo escoltaron a la orilla donde un montón de gente lo esperaba ansioso. Durante 2 horas no pararon de saludarlo, felicitarlo y sacarse fotos con él. Incluso el alcalde de la ciudad de New Smyrna Beach declaró el 19 de abril un día en su honor.
Aleksander, quien ha circunnavegado el mar Báltico y ha remado más de 64,000 kilómetros en total según su página web, partió el 5 de octubre de 2013 de Lisboa.
La expedición duró 167 días y estuvo llena de dificultades. Una serie de tormentas y fuertes ráfagas de viento lo desviaron de su ruta y le causaron daños en el timón. A raíz de esto se vio forzado a dirigirse a Bermuda, donde pudo reparar su embarcación. Luego, mientras la cargaba en el barco que lo llevaría hasta la posición donde se encontraba el 10 de enero (antes de que estas tormentas lo alejaran de su trayecto), rompieron las alas de su kayak y tuvieron que sacarlas. Cuando el kayak, sin alas, se aproximó a las costas de Florida más rápido de lo que él esperaba, Olek cayó en la Corriente del Golfo. Después de haber pasado una zona fuerte de la corriente, fue empujado por vientos hacia el Oeste. Esto lo llevó a cambiar la ruta y dirigirse hacia Cape Canaveral en lugar de ir directo a New Smyrna Beach.
Finalmente tierra firme. Foto: Iwona Bednarczyk-Jolley
Desde principios de enero, el Atlántico le ha dado batalla a Olek, poniéndole un obstáculo atrás de otro. Sin embargo, su voluntad, fortaleza y tenacidad para lograr su meta, lo llevaron a tener un final feliz. Para muchos se ha convertido en inspiración, otro ejemplo de perseverancia para alcanzar un objetivo y la prueba de que si realmente querés algo y te esforzás, podés lograrlo.
“Tal vez hay un error en el calendario. Me siento de 49 años. Mi familia es bastante longeva y llegamos a vivir cerca de los 100 años, así que me quedan por lo menos 30 más y tengo varios desafíos que quiero probar. Mi vida nunca es aburrida.” dice el nuevo "Aleksander el Grande".
RESUMEN: UN ANIMAL.