Tuvimos a último momento algunos problemas de logística que derivaron en la
baja de 3 personas que finalmente no fueron. Quedamos en la salida tres
remadores noveles Santiago, Sebastián y yo, todos tripulantes de dos
Atlanti-kayaks Triplo mellizos. Cesar y Cristina fueron en una Canoa
Canadiense, ellos son los líderes de la
“expedición” ya que se recorren el Rio
palmo a palmo pescando y se conocen
hasta el último recoveco.
Quedamos en reunirnos en el punto de partida, cerca de las 8:30 con la idea de partir a las 9:00. Como nunca, llegué puntual y tuve que esperar un rato a mis compañeros de travesía.
La travesía fue excelente
y la primera parte muy fácil y tranquila, con muy buen clima, 20 grados aprox.
y casi sin viento, en una hora casi sin remar avanzamos 8KM, y paramos en una
cabaña de Cesar y Cristina con acceso al Río a encender el riego, en esa
primer parada técnica vaciamos un termo mateando acompañado de una alacena de
galletitas que traía cristina en la canoa. En el río se observaban excelentes ejemplares de truchas
moviéndose a sus anchas.
Apenas salimos pudimos ver un ejemplar enorme, estimo que de más de 80 CM, aparentemente
podría ser un salmón primereando, ya se han visto varios ejemplares adelantados según
comentan los pescadores de la zona
A punto de salir, la canoa todavía no está en el agua
recién Saliendo
Reagrupando para recibir Instrucciones.
Parada Técnica y de Mates.
Continuamos Bajando.
Solitario en el Triplo yo, en el Otro Sebastián y Santiago.
Acá venía derivando, dejándome llevar por la corriente para cualquier lado, en ese momento la proa apunta a la costa.
12:30 Paramos a almorzar en una playita de arena, ya
habíamos recorrido 18 kmts.
Aparecieron los sanguchitos, el jugo y de una conservadora que no voy a decir de quien es apareció una botella de cerveza bien fría, el único dato que voy a dar es que esa conservadora no cabe en un triplo. César llevó una caña y casteó un poco pero no hubo éxito, después de eso tuvo que remar y ya no dio para pescar.
A partir de ahí se acabo la buena vida, los últimos 7 KMs fueron con viento en contra y remando, nada de dejarse llevar por la corriente como antes.
A partir de acá no hay mas fotos, con el puente a la vista la gran sorpresa, yo vengo último ya que me atrasé sacando fotos a la balsa y veo que la canoa y el otro
triplo se meten entre los árboles haciendo alguna maniobra extraña, me acerco ya
sospechando que algo pasaba y me llaman apurados, de todas maneras ya la
corriente me había metido entre los sauces de prepo y venía tratando de no terminar con
una rama en la cara.
Resulta que 300 metros antes de la llegada en un lugar donde suele ser playo aparecieron unos terribles Rápidos Clase V, y me parece que mas que V también, producto del gran caudal que traía el río, así que tuvimos que salir 300 mts antes, arrastrar un poco entre los árboles por la costa las canoas dado que la vegetación no permitía el paso por tierra. Ahí descubrí que el agua estaba súper helada, hasta ese momento me parecía tibia, cuando tuve que caminar 15 minutos empecé a quedar color pitufo. Al menos de la cintura para abajo que es donde me mojé.
El río donde suele ser playo se convirtió en algo como esto:
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Yo fui sin tener resuelto el tema de la logística, en el peor de los casos dejaba el auto en el punto de partida y me volvía a dedo o en Remis a buscar el auto. Por suerte conseguí que Juan, uno de los remadores que tuvo que cancelar, me acerque el auto hasta Trevelin y César vino con lugar así que me trajo de vuelta, busque mi auto y volví a buscar el Triplo que lo deje en el puesto de la Aduana.
Un agradecimiento especial a todos los que colaboraron con la logística: la esposa de Sebastián,a Juan, a los Familiares de César y Cristina, que se encargaron del otro auto y a la gente de la Aduana que me dejó guardar el kayak un rato.
El lugar de llegada según Google.