La margen sur casi no tiene playas, ya que la costa no es más que la ladera de la montaña con mucha piedra pelada. A mitad de camino, ya habíamos remado unos 1,5km, se había levantado un lindo vientito del noreste (generalmente el viento viene del oeste) que nos podía dificultar la vuelta. Por este motivo, decidimos parar en una playa, la que se ve al fondo en la foto anterior, en donde nos tomamos unos mates.
Luego de tomarnos un tiempito, volvimos por la misma ruta. Como aún nos quedaban ganas de seguir, decidimos meternos a una hermosa bahía en la costa norte (a unos 900 metros de la salida). Allí, había todo tipo de pájaros (además de los pajarones en kayak!). Aprovechamos a pasear por entre los juncos, mirar los pájaros y tratar de sacarles alguna foto como la gente.
En la siguiente foto, se puede ver la margen sur al fondo, y en la parte izquierda de la foto, está la playita en donde nos tomamos los mates reparadores.
Finalmente, a eso del mediodía volvimos a nuestras casas muertos de hambre y cansados, pero con felices con el paseíto.
Saludos para todos
Javier