Fue una hermosa travesía. Mas de 100 km paleando con un clima perfecto y con una amistad y camaradería de lujo.
Si a eso le sumamos el ambiente kayakistico del encuentro y la belleza y tranquilidad de Martín García, armamos un combo que seguramente será muy difícil de superar a futuro.
Deportivamente puedo decir que la ida fue tranqui, en dos etapas una de 37 kms y otra de casi 16. Con muchos tramos de corriente en contra y los vientos suaves y variables según la met, pero apuntaramos donde apuntaramos, la brisa era en contra. Hasta la boca de Mini y el Diablo donde terminó la primera etapa, muy pocas olas. El segundo día era igual, hasta que llegamos a los Pozos del Barca, donde además de la corriente, tuvimos que lidiar con una linda brisa de frente que en el caso del Skua hacía subir las olas arriba de la cubierta, ya que por el dibujo de su proa, pincha a las olas, sobre todo cuando son muy seguidas. Cuando llegamos al famoso Canal Buenos Aires, nos encontramos otra vez con un agua muy tranquila, así que el fin del viaje de ida fue muy apacible. La velocidad promedio de remo, sin incluir las paradas de descanso, fue de 5,5 km/h.
Para el regreso el tiempo si bien amenazó al principio, después nos brindó una calma espectacular, la cual apoyado por una suave corriente a favor en varios tramos nos alentó para realizar toda la vuelta de un tirón. 52 kms en nuestro caso que fueron cubiertos a una velocidad promedio de remada de 6,2 km/h.
Para aquellos que no conocen Martín García, les comento que es una isla espectacular por su flora, su fauna, sus paisajes, su prolijidad y su gente. Particularmente tenía una idea muy errada sobre ella. Me imaginaba una isla mas del delta que todos conocemos, sedimentaria y alubional, baja, con poca "tierra" firme, algún bosquecito. Craso error. Martín García es una de las últimas estribaciones del Macizo de Brasilia, que con el afloramiento de rocas, ha permitido que los sedimentos que arrastra el río decanten y rodeen esas inmensas y antiguas rocas que forman su base. Las islas estan a escasos kms de Buenos Aires y cuentan con un buen servicio de Cacciola y una hostería. Merece ser visitada. Es una picardía no conocerla.
Por último, debo reconocer a todos los integrantes del grupo - Alejo, Pablo, Fernando, Fede, Francisco, el Vasco y Juan - por su apoyo y aliento constante y en especial y particularmente a Carpintero Hugo por acompañarme en el puesto trasero del Skua, demostrando su garra con la groenlandesa y su camaradería en todo el trayecto. Es un tipo de 10. Lástima que la proximidad de Alejo el proctólogo lo está degenerando un poco.
Van algunas fotos más para complementar el informe.








