Ya desde el año pasado teníamos ganas con algunos chicos de La Plata de hacer ésta travesía en los Sit on Top solamente de ida, pero ahora con kayak más rápidos decidimos que mínimo había que hacerla ida y vuelta en el día. Hablando el viernes con Ángel (Anyulino) tiramos la propuesta de aumentar la cantidad de kilómetros que veníamos remando y el sábado veo el windgurú y su pronóstico de poco vientos así que le pegué un tubo y decidimos salir el domingo por la mañana para saldar esa vieja deuda que teníamos.
La dificultad de tal travesía era dada en primer lugar porque estrenaba mi nuevo kayak, un Weir Franky, que tiene muy poca estabilidad respecto a los demás y todavía no lo tenía domado(ya lo presentaré en otro post) y en segundo lugar porque no hay paradas intermedias, ni hay casi nadie que navegue la zona cerca de las costas, así que en caso de accidente sabíamos que no recibiríamos ninguna ayuda, es por esto que afilamos el botiquín de primeros auxilios, llevamos ropa de mas por las dudas y pala de repuesto.
A las 9 llegamos a la playa, y entre preparativos y charlas con algún pescador, salimos 9:45, el rio estaba realmente planchado y el horizonte se veía muy borroso, no por que hayamos bebido nada raro (hábito muy común de los homo platensis kayakus) sino por la bruma o por según dice una señora por las “cenizas de un volcán que no recuerdo el nombre en éstos momentos” (sic).
Luego de unos 5kms hicimos una breve parada en Punta Blanca a regular el asiento de mi kayak que todavía no lo sentía cómodo y aprovechamos para sacar unas fotos, a partir de ahí le dimos los 15 kms restantes sin tocar tierra. El clima ayudó mucho ya que en ningún momento nos topamos con olas ni vientos fuertes.
Al llegar a Atalaya nos encontramos con una playa muy linda con bastante familia y pescadores, el ambiente era respetuoso, nadie tenía música fuerte ni nada que joda a los demás, se encuentra junto a la desembocadura del arroyo Atalaya donde hay un camping y un muellecito muy cuidado sobre la costa del arroyo. También hay un espigón de piedras que solo entra unos pocos metros adentro del río. Aprovechamos para almorzar, sacar alguna foto más y descansar un total de una horita.
A las tres de la tarde cuando salimos nos encontramos con un kayakista platense que había hecho solo de ida el mismo recorrido que nosotros, y mientras conversábamos con él nos topamos con la misteriosa ola de las 3 ( abriré un post en referencia a éste tema). Luego siendo las 15 horas partimos de regreso.
A la vuelta las condiciones de navegación fueron similares, pero un gran trecho nos topamos con muchísimos bancos de arena, la zona entre Punta Blanca y Atalaya cuando el río está bajo es muy pero muy baja, en varias ocasiones íbamos 400mts adentro y sentíamos que el kayak no mantenía el rumbo y al verificar la profundidad estábamos navegando con 30 cms de agua.
Llegamos cuando caía el sol, y ni bien pisamos tierra cayó la noche, ya bastante con más de frío nos cambiamos enseguida, preparamos todo y nos volvimos con la satisfacción de haber superado una prueba que nos habíamos impuesto hace unos meses.
Fueron 40 kms del trayecto oficial, más algunos más de investigación de la zona, en total estuvimos 7 horas arriba del kayak y nos trajimos de trofeo algunos cayitos y ampollas en las manos.
LAS FOTOS:
PREPARATIVOS
ANTES DE SALIR, el rio planchado
PRIMERA PARADA - PUNTA BLANCA
LLEGANDO A ATALAYA - EL ESPIGON DE PIEDRAS
EL MUELLE SOBRE EL ARROYO ATALAYA
ARROYO ATALAYA
SU DESEMBOCADURA
ULTIMA PARADA Y MERIENDA ARRIBA DE LOS KAYAKS
ÚLTIMAS GOTAS DE SOL
Espero no haberlos aburrido.
Saludos
Lauro, ésta semana fue una semana muy atípica en el Rio de La Plata, los vientos se mantuvieron calmos y el agua era un aceite, pero hay días cuando está bravo que te tocan olas de 2 metros ni hablar cuando hay sudestada. Aunque no se dá todos los días te pongo una foto de la sudestada del año pasado tomada en Punta Lara, ahí te vas a dar cuenta por qué Solis cuando llegó por primera vez al Rio de La Plata lo llamó el Mar Dulce.
Ésta foto está tomada cerca de la casa del usuario Cachafaz, yo ese día tuve que subir todos los muebles de casa por las dudas, por suerte solo llegó a la vereda.
Te mando un abrazo grande y cuando quieras venir a explorar éstas aguas ni siquiera traigas kayaks, nosotros te conseguimos.
Un abrazo
Felicitacione Angel y Mauro.........
La verdad es que la travesia fue impresionante ya que no hay muchas noticias de gente navegando por la zona, por lo tanto fueron casi con rumbo a lo desconocido y eso duplica los logros.
Les mando un fuerte abrazo.
Luis.