Siempre matar un ser vivo es una atrocidad, el ser humano es el mayor predador de toda la naturaleza, mata por placer, para satisfacer sus necesidades de supervivencia y por dinero, vemos los camiones de hacienda abarrotados de terneros o vaquillonas que van a parar al deguello. idem los pollos y tantos otros que tienen idéntico destino moralmente mas o menos reprochable, pero que degustamos en placeres gastronómicos, sin pensar en sus orígenes, pero no podemos cambiar nuestros hábitos alimenticios, aunque unos pocos lo hacen. somos omnívoros-El pescador y el cazador no escapan a esos hábitos ancestrales, y vemos a muchos que disfrutan de lograr la mayor cantidad de bichos posibles, aunque no los puedan consumir, aunque en general en estos últimos tiempos hay una mayor conscientización generalizada para preservar las especies, y consumir unicamente lo necesario-El guiso de liebre, el escabeche de perdices, y el dorado a la parrilla entre otros manjares, seguiran existiendo, lo importante es la regulación de esas actividades por parte de las autoridades de aplicación y el convencimiento de quienes las practican para hacerlo racionalmente.-Estoy absolutamente de acuerdo con Diego, cuando un ejemplar llega a tamaños considerables, ha hecho méritos mas que suficienes para sobrevivir a las amenazas de la naturaleza, y merece seguir viviendo en su hábitat-, pero todos los extremos son discutibles en la naturaleza humana, entre los proteccionistas a ultranza y los depredadores , hay un punto de inflexión solo
limitado por nuestra consciencia.para ser coherentes y sensibles entre el respeto a la vida y evaluar el ejemplar que va a acompañarnos en una buena mesa