Tenés razón Tito, tampoco busqué demasiado a las taruchas porque con los doraditos que había...
Lo más emocionante (para mí) de la tararira es el momento del ataque en superficie, o ver como el agua se enturbia cuando pasas un artificial y sabes que viene el tarascón. Los doraditos del riopla no se quedan atrás con tomadas violentas cuando usas los artificiales de superficie!!!!
Leo, andamos desencontrados, hay que bordear el Mitre!!!!
Un abrazo,
Adalberto