Buenas a todos, encontre una nota sobre ampollas en las manos, como se generan y como prevenirlas que me pareció interesante compartirla.
Causas mas frecuentes de la formación de ampollas en las manos. Cómo prevenirlas. La conveniencia de utilizar guantes. Modelos que ofrece el mercado.
Una de las lesiones más frecuentes que padecen los canoístas y kayakistas es el ampollado de las manos, luego de intensas remadas que se extienden durante varias horas. Lo más habitual es la aparición en las palmas de las manos de pequeñas lastimaduras y, por supuesto, ampollas. Estas se tornan muy molestas cuando los palistas no navegan habitualmente y les falta el acostumbramiento de las manos. Las lesiones superficiales se producen por la acción combinada de la rotación del remo sobre la piel y por la humedad que casi siempre se halla en la pértiga. A veces también puede lesionarnos una forma incorrecta de tomar la pértiga: por ejemplo, cuando empleamos más fuerza o presión de la debida o también al efectuar la remada con un ángulo incorrecto que fuerza la articulación de la mano. Los aficionados que reman con frecuencia desarrollan callosidades o durezas en las zonas de la palma donde se producen las mayores fricciones, pero aun así en remadas largas pueden aparecer las “temidas” ampollas que, vale la pena insistir, jamás hay que pinchar o quitar la piel para evitar las infecciones o lesiones más profundas.
Los palistas que tienen una técnica depurada reducen la posibilidad de lesiones porque efectúan la rotación con la pala de manera controlada, es decir, bien sujeta y siempre en un lugar determinado, que es donde se forman las naturales durezas que protegen la epidermis. Cuanto menos experiencia poseemos, la pértiga se desliza más libremente sobre la mano generando las ampollas. Tengamos en cuenta que se efectúan entre 40 y 45 movimientos de la pértiga sobre la palma por minuto. Con el paso de las horas estas miles de tracciones terminan primero irritando y luego lesionando la piel. Normalmente, la mano que sufre el mayor desgaste es la que rota la pértiga; para los diestros será la derecha, y para los zurdos la mano izquierda. Los materiales con que están construidos los remos también influyen. Por ejemplo, las pértigas de madera o PRFV (plástico reforzado con fibra de vidrio) tienden a deslizarse más suavemente sobre la mano; en cambio, las construidas en aluminio producen una mayor fricción. Algunos aficionados solucionan esto colocando un protector de goma –una especie de “grip”– sobre los lugares donde se toma la pala. Si bien ello puede significar una mejora relativa, con el paso de las horas también termina lastimando las manos.
En los últimos años fueron muchos los remeros que, con la aparición de los guantes de lycra y neoprene, comenzaron a utilizar los modelos anatómicos para evitar las lastimaduras. Entre los palistas cuidadosos de la estética es casi un elemento obligatorio para mantener las manos presentables, sin callos. El empleo de guantes –indistintamente del material que se utilice– brinda al usuario ventajas y desventajas. Las principales virtudes son: 1°) evita que la fricción se produzca sobre la piel, minimizando las lastimaduras; 2°) protege la mano de los golpes contra el casco; y 3°) brinda protección térmica frente al agua fría y el viento. En cuanto a las desventajas, una de ellas es que reduce el agarre al tomar la pala, por lo que será frecuente que se suelte fácilmente de la mano en el oleaje o por acción del viento. También, con el paso de las horas y cuando el neoprene/lycra ya está totalmente húmedecido, puede ocasionar molestias al ablandar la piel. Por último, en días de mucho calor resulta una incomodidad llevarlos, aunque se compensa por la protección que brindan. En pocas líneas, estas son las razones por los que algunos remeros de la vieja generación se resisten a utilizar guantes, argumentando que la aparición natural de las callosidades bastan para proteger la piel, lo cual es relativamente cierto cuando se entrena con regularidad.
Para finalizar, los guantes que se comercializan en nuestro país no fueron ciento por ciento diseñados para remar. Muchos de los modelos fueron desarrollados para otros deportes, como el ciclismo, patín o la práctica de pesas, aunque se adaptan perfectamente a las necesidades del palista porque tienen perforaciones que los hacen respirables, por las que también drena el agua. Por regla general, todos tienen los dedos libres –imprescindible para remar– y poseen en las palmas aplicaciones de goma con dibujos para lograr un mayor agarre. Si nuestra idea es efectuar remadas largas o con cierta frecuencia, sin duda habrá que contar con guantes que protejan la piel y brinden mayor confort a los sacrificados palistas.
Saludos a todos.
El flaco