Hola a todos, les cuento que estuve de vacaciones por estos lugares que ya conocía pero es la primera vez en la que puedo llevar el kayak y lo disfruté mucho, aunque terminé exhausto, jaja.
En Tandil, el único lugar para navegar es el lago, dónde pude dar unas cuantas vueltas y ducharme con el chorro artificial que sale del centro del mismo.
Ya en Claromecó, pude navegar por el arroyo de la ciudad, partiendo desde la desembocadura en el mar y yendo aguas arriba, pasando debajo de un par de puentes, en medio de orillas llenas de árboles y pastizales, dónde estaba prohibida la navegación a motor, cruzé un lugar denominado puerto mosquito, dondé alquilan y bajan los kayaks y canoas, siguiendo el arroyo, van desapareciendo las arboledas y surgen algunas pequeñas cascadas, en total son siete, yo pasé solo dos y luego regresé, haciendo este recorrido diariamente.
También pude hacer mi debut en el mar, con un par de revolcones por tratar de surfear las olas, jaja. (menos mal que tenía el remo atado).
Por último fui a un río que me impactó, el Quequén Salado, salí desde una vieja usina abandonada cerca de la ruta 3, navegando varios km río abajo en medio de un paisaje lleno de altos barrancos, en donde anidaban miles de loros, donde cruzé por varios cascaditas de distinto tamaño, el tema fue para volver y remontar las cascadas con el kayak a cuestas, fue algo agotador pero satisfactorio en cuanto a la experiencia vivida.
Luego fui al balneario de Marisol y pude ingresar en el mismo río por su desembocadura, acá el paisaje que presentaba era totalmente distinto, luego de pasar el sector arenoso junto al mar, el fondo era barroso, con gran presencia de cangrejos y peces, que a mi entender por su tamaño eran carpas enormes, y pasaban al lado del kayak, daban ganas de tener una lanza mas que una cañá, las orillas no presentaban barrancos pronunciados, muy lindo lugar para pescar.










