Como ya les escribí, a mar abierto, con mar complicado y con varias rompientes, prefiero entrar llevando el kayak con la mano, levantándolo de proa en cada rompiente (y cuidando que la correntada no lo ponga de costado a la ola) hasta llegar atrás de la segunda rompiente. Entonces me pongo mirando hacia la proa, agarro una mano del lado cerca de la popa y la otra en la banda contraria, espero la serie baja y salto arriba para quedar sentado y comenzar a palear. Pero les recuerdo algo que siempre olvido cuando dejo de entrar en el invierno y primavera por los fuertes vientos y ráfagas. Si la marea está alta y las olas rugen y son ruidosas, es difícil y hasta peligroso entrar y salir. Si hay marea alta tiene que haber olas bajas, pues si las olas son altas (de más de un metro) detrás de la segunda rompiente no vamos a hacer pie y no vamos poder controlar el kayak. Peor es, si las olas rompen lejos, porque por más que esperemos la serie más baja, las grandes olas que vienen de atrás pueden volcarnos lejos de la costa, y peor aún, si vienen seguidas nos será difícil subir nuevamente al kayak.
Por eso es importante, antes de salir, que veamos que marea hay en esa hora y localidad.
En bajante, que hay menos agua, es más fácil entrar y salir aunque las olas sean altas y en tubo. Cuando volvemos a la costa con marea alta y la primera ola es alta, grande, en tubo y estruendosa, generalmente si nos bajamos antes de la rompiente no vamos a hacer pie y la cosa se complica. Por tanto si la ola se levanta mucho, quiere decir que hay abajo, la misma profundidad que la altura de la ola, por tanto en esa ocasión, no nos queda otra que largarnos a la gran rompiente sabiendo que caeremos de 1 metro con 50 de lo alto de la ola, a unos 30 o 50 cm. de agua que hay en el banco, justo delante del escalón o veril.
Todo esto lo repito, porque todos los años en esta época con las ganas de entrar me olvido de los cuidados que hay que tener en la marea alta, arremeto imprudente, con revolcadas e inundaciones del equipo con agua, sal y arena .
Espero que nada de esto les suceda. Un gran abrazo. Basilio