El kayakista BRUNO PORTIS, de 35 años, abogado y docente, oriundo de General Pico, La Pampa, el domingo pasado, a las 20,20hs. ha finalizado exitosamente la Expedición Libertad, que él mismo diagramara y le llevara 3 años de preparación.
Dicha Expedición la emprendió el dia 8 de Enero pasado, fecha en que zarpara de la ciudad de Corrientes, para arribar, 42 días después, a la costa de San Isidro como punto final de la Expedición.
La concreción de tal proeza le demandó recorrer mas de 1,100 Kms. por el Rio Paraná, en su embarcación Patagonian MINI GAMMA, habiendo realizado jornadas de hasta 14 horas remando.
Durante el recorrido fue recibido en innumerables clubes náuticos, en ocasiones fue acompañado en su paso por distintos kayakistas que le demostraron su apoyo y lo instaron a continuar, para lograr su cometido final.
Su derrotero fue posible seguirlo día a día por la red social Facebook, mediante la pagina "Expedición Libertad" (grupo público). Según comenta durante la Expedición obtuvo unos 500 videos y unas 3,000 fotografías, las cuales irá dando a conocer en tiempos venideros a través de la misma página.
La idea y las ganas de realizar la Expedición “Libertad” nació tres años atrás cuando BRUNO accedió a la lectura de La Rebelión de Atlas, de Ayn Rand, una novela basada en la filosofía del objetivismo, es allí donde interpreta pensamientos sobre la libertad del hombre y lo manifiesta: “El hombre es libre, pero aún no lo sabe”; ese es el mismo libro de bitácora, que llevó durante toda la travesía, húmedo entre sus pertenencias, en la popa del MINI GAMMA, como si fuera su propia biblia.
También ha llevado junto al anterior, “El viejo y el mar”, de Ernest Hemingway, escrito en 1951. BRUNO ha experimentado momentos extraordinarios, donde la realidad ha superado cualquier adjetivo que se le hubiese ocurrido colocar en un posible y futuro libro. La esperanza, la pobreza y la sabiduría de la gente de la costa del Paraná entre otros tantos personajes que ha ido conociendo en este viaje son unos de los temas casi fundamentales en la construcción de su narrativa: solidaridad y acompañamiento fueron también elementos básicos para la supervivencia entre el agua fría y las olas que muchas veces ganaban a un kayak que lejos está de ser el transporte ideal para este tipo de travesías, pero que no pudieron vencer ni doblegar toda la fé puesta en que esta Expedición llegue a feliz término.
A pedido de su nutricionista, BRUNO aumentó antes de la hazaña más de 8 kilogramos, que serían aproximadamente los que perdería remando hasta 14 horas por día. El cree que no perdió tantos kilos, aunque sospecha que ha aumentado su masa muscular.
En todas las provincias fue resguardado por personal del Prefectura Naval Argentina, a quienes él mismo denominó “Los Ángeles del Agua”.
Con una barba de 42 días y más de mil cien kilómetros encima el remero de la vida llegó extasiado, pero muy feliz, el domingo pasado a San Isidro, logrando cumplir con su meta, que no fue solo un esfuerzo físico sino también mental, donde pudo hallarse en sí mismo, donde estuvo muchas horas solo dialogando con el río y las estrellas; con su otro ser interior al que él denomina como al hombre verdaderamente libre.
Fuente fotografías: Facebook.